Te has esforzado mucho en la escuela de enfermería y en los exámenes, y ahora por fin estás aquí: listo para embarcarte en tu carrera de enfermería. Las entrevistas son angustiosas en cualquier situación, pero especialmente al principio de tu carrera para un trabajo de enfermería que realmente te entusiasma.

Aquí tienes 8 consejos sobre qué destacar, qué preguntar y qué no olvidar decir.

1. Preste atención

Tómate unos momentos para absorber lo que ves en el ambiente que te rodea. ¿Qué sensación puedes tener de la cultura de trabajo? ¿Qué dinámicas puedes ver que se desarrollan? Presta también atención al tipo de preguntas que hace tu entrevistador. Distinguir una sensación en el aire o un hilo conductor en las preguntas puede ayudarte a adaptar tus respuestas.

2. Ten un buen aspecto

La preparación no consiste sólo en pensar de antemano en las respuestas a las preguntas previstas. También significa presentarse con profesionalidad y pulcritud y tener a mano un currículum extra, además de un cuaderno y un bolígrafo para tomar notas. Asegúrese de tener dos documentos de identidad por si el centro en cuestión se lo pide. Y, por favor, ¡deja el teléfono apagado y guardado!

3. Habla de lo que te hace especial

Lo más importante es destacar las habilidades que te hacen único para el puesto vacante. Todas las personas que solicitan estos puestos tienen las credenciales adecuadas. ¿Qué tienes tú que ellos no tengan? Habla de tus talentos especiales, de la diversidad de tus experiencias vitales o de lo poco exigente que eres.

4. Haga preguntas

Esto es crucial. En primer lugar, como en todas las entrevistas, te preguntarán si tienes alguna pregunta para el entrevistador. Tenga algunas preparadas: no hay nada más poco estimulante que un candidato sin nada que preguntar. Puedes preguntar sobre la letra pequeña -preguntas sobre las horas extra y los horarios- o sobre la cultura de trabajo. Pregunta cómo es su candidato ideal (esto te ayudará a mostrarle cómo lo eres, o a que te vea como una alternativa sólida a su ideal).

5. Conoce la logística

Asegúrate de saber a dónde vas, cómo llegar, cuánto tiempo te llevará y con quién vas a hablar. Esto eliminará gran parte del estrés del proceso para que puedas centrarte en actuar bien una vez que llegues.

6. Cuida de ti mismo

No servirás de nada si te presentas agotado, agotado, nervioso o sin preparación. Asegúrate de hacer los deberes, dormir bien, comer bien e hidratarte antes de la entrevista. Ponte algo que sea cómodo, pero que también te haga sentir seguro. Siéntete lo más pulido y profesional posible y te irá muy bien.

7. Tómate tu tiempo

Superar una entrevista no consiste en responder a las preguntas de memoria de forma instantánea. Tiene mucho más que ver con considerar lo que dices y asegurarte de que te representas de la mejor manera posible. En lugar de pensar en ello como un examen oral, piensa que es más bien una conversación. Y no te olvides de respirar.

8. Haz los deberes

Infórmate de antemano de todo lo que puedas sobre la empresa con la que te vas a entrevistar: sus instalaciones, su personal, la dirección, sus políticas, etc. Ten en cuenta tus puntos fuertes y débiles en relación con este trabajo concreto y prepárate para hablar de ellos con inteligencia.